Reducción del presupuesto

En Ecuador se reducció el presupuesto para la prevención

  • ¿Qué implica la reducción del presupuesto para la prevención?

En épocas de austeridad, recortar este presupuesto costará más de lo que ahorrará. El Estado lo sabe. En 2017 el Ministerio de Salud, la desaparecida Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), el Fondo de Planificación de las Naciones Unidas (UNFPA) y la organización social Sendas presentaron el informe Costos de Omisión en Salud Sexual y Reproductiva en Ecuador. El reporte concluyó que atender un embarazo infantil y adolescente no intencionado cuesta 5 veces más que prevenirlo: son de alto riesgo y necesitan más insumos y atención.

También tienen un altísimo costo social. Según el informe, es de más de 380 millones de dólares, por los altos índices de deserción escolar y mortalidad materna. "Estamos hablando de un proyecto de vida truncado o retrasado", dice la doctora Mary Cabrera, directora ejecutiva de Sendas.

El estudio también dice en qué debería invertir el Estado para prevenir los embarazos. "Invertir en educación sexual de calidad, en provisión de métodos de anticoncepción modernos y en servicios de salud", dice Cabrera. Para reducir el costo social, Cabrera dice que hay atender todas las emergencias obstétricas y trabajar sobres las consecuencias de la deserción escolar. "Hay que invertir en lugares seguros donde las madres puedan dejar a sus hijos mientras ellas asisten a clases", dice la directora de Sendas.

El de la prevención del embarazo adolescente no es el único recorte. La partida presupuestaria para la implementación de la Ley de Prevención y Erradicación de la Violencia contra la Mujer se redujo en un 84%. El de la atención de la salud mental se eliminó totalmente. "Somos un país que a través de las políticas públicas le demuestra al entorno latinoamericano que no nos importan las mujeres, las niñas, ni la adolescencia". Dice Virginia Gómez de la Torre.

es observando las tasas de parto adolescente presentadas en el Gráfico No. 27, donde se destaca que para el grupo de edad de 15 a 17 años es de 51 por 1.000 adolescentes en el 2016 y de 3 por 1.000 adolescentes para las niñas de 10 a 14.

El grupo de edad de 15 a 17 años registra una tasa específica de embarazo adolescente ocho veces mayor que la del grupo etario anterior y en las mismas provincias. Así, en Morona Santiago y Orellana llega a casi 90 por mil adolescentes, en la primera provincia, y a 93 en la segunda. En Pastaza a 81, igual que en Sucumbíos donde es de 82. Napo con 78 y Zamora Chinchipe con 71 por mil adolescentes, son las provincias con menor tasa dentro de las provincias amazónicas y del grupo de edad de 15 a 17 años. Guayas llega a 58 partos por mil adolescentes y Pichincha a 43, Esmeraldas a 61, Los Ríos a 74 y Manabí a 57 por mil adolescentes13. Otra forma de analizar el problema es identificando dónde se encuentran las concentraciones más altas de nacidos vivos de madres adolescentes. El Gráfico No. 29 señala que están en Guayas, ya que el 25%, es decir la cuarta parte, nacen en esta provincia, seguidos por el 13% en Pichincha. Y, en tercer lugar, en Manabí con el 10%, seguida por Los Ríos, con el 8% de nacidos vivos de madres adolescentes. Esto significa que en las cuatro provincias nacen el 56%, más de la mitad de niños y niñas de madres adolescentes del país.

Uno de los problemas más graves tiene que ver con el embarazo adolescente. Su no prevención puede traer incluso consecuencias mortales no solo porque las mujeres jóvenes son uno de los grupos de riesgo en la mortalidad materna (OMS, 2016).

Creado por Xavier Chuquimarca, Karen Hidalgo y Leonardo Revelo
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar